¿Te pasa que a veces te sientes desgraciad@? ¿Te descubres con una actitud crítica y negativa hacia la situación presente? ¿Sufres sintiéndote así aunque al mismo tiempo piensas que tienes toda la razón? He aquí la salida de ese laberinto mental: 
Disolver la negatividad con más Presencia.
Una actitud negativa siempre viene de nuestro ego
El ego cree poder modificar la realidad con la negatividad y la crítica y así conseguir lo que quiere. La negatividad fortalece el ego; el famoso “querer tener la razón” infla el ego y nos hace sentir poderosos en nuestro rechazo.
Negatividad significa no-aceptación del momento presente
La no-aceptación o rechazo de una situación, de una cosa, de una noticia o de una persona se experimenta en la mayoría de casos como negatividad, irritación, enojo, impaciencia o ira.
Disolver la negatividad con más Presencia
La negatividad se resuelve con Aceptación y Presencia. Aceptar la realidad tal como es aunque no nos guste siempre es el primer paso. A partir de la aceptación puedes decidir hacer o cambiar algo, pero siempre después de haberla aceptado.
Presencia quiere decir atender el momento presente, sin comentarlo mentalmente, sin emitir juicios, sino limitarse a atender/observar/prestar atención a lo que hay, sean temas externos o pensamientos internos. Tu no eres tus pensamientos y tus juicios, tu eres aquel testigo silencioso que todo lo observa, todo lo atiende, sin inmutarse, siempre “a salvo”.
Actúa como si fueras transparente e inmaterial para que los estímulos externos no choquen contra ti. Te traspasan sin más, con aceptación, sin provocar rechazo, sin juzgar. “Ni bueno ni malo, simplemente es.”
Si aparece la negatividad te está recordando que necesitas más Presencia.
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